domingo, 6 de octubre de 2019

[HDH] La cosa va de noes





La cosa va de noes



«¡Con Rivera NO!¡Con Rivera NO!» decían los votantes socialistas allá por el 28 de abril de este mismo año cuando el PSOE obtuvo 123 diputados y Ciudadanos consiguió alcanzar la asombrosa cifra de 57 diputados duplicando así los resultados que obtuvieron en las anteriores elecciones donde consiguieron 25. A esa repetida frase de «¡Con Rivera NO!» los mandatarios de ciudadanos les contestaron con otro rotundo NO. No estaba en los planes de Albert Rivera, ni tampoco de la directiva del partido, pactar con el PSOE mientras este buscase el pacto con algunos partidos políticos poco beneficiosos para la unidad de España, me refiero a Bildu, ERC...
Pues bien, varios meses después, en septiembre, Albert Rivera comenzó a dar su brazo a torcer y hubiera permitido un gobierno socialista si el PSOE hubiera cumplido tres puntos, muy resumidos:

  1. Activar el 155 si en Cataluña no se aceptaba la futura sentencia judicial del procés o si ocurriera alguna ilegalidad por parte de la Generalitat.
  2. Bajar los impuestos.
  3. Anular el pacto de gobierno en Navarra.


Evidentemente el PSOE le volvió a contestar que NO ya que estaba claro que querían, buscaban y ansiaban la repetición de elecciones; los sondeos le daban otra victoria aún mayor, la culpa de que no hubiera gobierno, según ellos, la tenían todos los demás (Unidas Podemos, PP y Ciudadanos) y el PSOE seguiría en el gobierno, en funciones, pero presidiéndolo. ¿Qué le podría salir mal al PSOE? Nada.

Ciudadanos, por el contrario, con esa estrategia del NO que emprendió allá por abril le podía salir todo mal, y así ha ocurrido. De ser un partido en auge, de ser una esperanza política, de ser la aclamada «regeneración política» a ser un proyecto prácticamente acabado. ¿Cómo es posible que la bandera de Ciudadanos, que era el centro derecha, que era hacer política con cualquiera dentro de la Constitución, que era buscar el bien de España, haya pasado a ser la bandera del NO? Esa es la pregunta que muchos votantes de dicho partido nos hicimos en abril, en mayo, en junio, en julio y en agosto para que por fin nos sorprendiera que su NO cambiaría a un «podría ser» en septiembre y ahora, en octubre, a un «hagámoslo si no hay pacto en la derecha» ¿Qué tipo de broma es esta? ¿Qué ha cambiado en el panorama político desde hace un mes para, ahora sí, pactar con el PSOE? Lo único que se ha demostrado es la pura incapacidad e ineptitud de los políticos de todos los partidos políticos para formar gobierno. Ninguno de los actuales candidatos a la presidencia debería presentarse a las próximas elecciones de noviembre ya que no han sabido hacer su trabajo: hacer política.

Y nos preguntaremos ¿Qué es hacer política? Hacer política es dialogar, discutir, debatir, pactar, llegar a acuerdos, ¡gobernar!... Y Albert Rivera no ha hecho ninguna de las anteriores características que he citado, salvo discutir, que eso si que lo hacen todos los partidos, porque tristemente en este país parece que la política es un circo en el cual el que más la monte y más la lie más crédito político consigue.

NO, NO y NO esa ha sido la política de Albert Rivera durante los últimos 5 meses hasta ahora, que debido a los últimos sondeos en los que se muestra la caída en picado del partido les ha entrado el pánico y, buscando su propia salvación, reculan y retiran el NO al PSOE, el NO a Pedro Sánchez. Recular, buscando el bien del país, el bien general está más que bien, es más, eso es hacer política. Recular buscando la salvación propia es buscar el interés personal y eso, eso no es política, o al menos no la que yo quiero para mi país. Si Ciudadanos no se da cuenta de su grave error, si no reconocen dicho error y si no retoman su rumbo original, mucho me temo que el bipartidismo acabará imponiéndose de nuevo en este país.


Alejandro Burgueño Rueda.

domingo, 27 de enero de 2019

[HDA]: El real piquetazo



«El rey hinca el pico»




Alfonso XIII «hincando el pico» en la Casa del Cura. 4 de abril de 1910. Fotografía tomada de la Biblioteca Nacional Histórica
Fue el 4 de abril de 1910 cuando, Alfonso XIII, rodeado por grandes políticos de la época como el presidente José Canalejas o el que fue alcalde de Madrid, Francos Rodríguez, quien, con su real pico de oro y plata, «hincó el pico» en la Casa del Cura en la calle de Alcalá, iniciando así las obras de lo que hoy conocemos como la Gran Vía de Madrid.


Casa del Cura, 1910. Memoria de Madrid
Vayamos por partes. La Casa del Cura era una vivienda donde vivía el cura que daba misa en la iglesia de al lado, la iglesia de San José que a día de hoy sigue existiendo en la Calle de Alcalá. Evidentemente, la Casa del Cura fue demolida junto al resto del caserío próximo para poder construir la Gran Vía. El rey Alfonso XIII fue un invitado de honor para «iniciar las obras». Nada mas dar el primer piquetazo, varios obreros comenzaron a derribar el caserío de una manera rápida y algo más efectiva que los métodos del rey.




Calle de Alcalá, 1930-1935. Memoria de Madrid
Esta Gran Vía, tuvo muchos nombres, todo dependiendo de la época en la que nos encontremos, por ejemplo se llamó  «Avenida de Rusia» durante la Guerra Civil mientras que más adelante se llamaría Avenida de José Antonio (Primo de Rivera) tras la victoria franquista… Para su construcción se tuvo que demoler algo mas de 300 casas, modificando así 50 calles… una mega construcción para su momento.

Está dividida en tres tramos siendo el más antiguo el que une la calle de Alcalá y San Luis. El más moderno fue el que unía Callao y Plaza de España. Curiosamente, el tramo con más ornamento y más decorado, con un estilo neobarroco, fue el primero, el más antiguo. El tercer tramo es algo más pobre en su arquitectura debido al progresivo encarecimiento del proyecto con el paso del tiempo. Aún así hay que reconocer que es una de las zonas más bonitas de Madrid, junto al Paseo del Prado y al Palacio Real, aunque para gustos, Madrid. Ya hablaremos en otra ocasión de la Gran Vía madrileña…


Real piqueta. Fotografía obtenida de Memoria de Madrid
La última curiosidad que voy a contar hoy trata sobre la curvatura de la Gran Vía. Si paseamos por la Gran Vía madrileña se nos tendrá que ocurrir una pregunta de inmediato. ¿Por qué no es recta? Pues porque «con la Iglesia hemos topado». Algunos conoceréis esa expresión otros no, es una expresión que procede de un pasaje de la gran obra de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, sin embargo, también es común asociarla con los arquitectos José López Sallaberry y Francisco Andrés, los que planificaron la Gran Vía como una larga y recta calle, y digo bien, recta, o al menos así era en su origen. Debido a las exigencias del rey, entre otros ilustres, los arquitectos fueron obligados a mantener intactas las iglesias que existían como la de San José, tuvieron que remodelar todos sus planos para respetar las iglesias y por ese motivo con la iglesia se toparon.


Mapa de elaboración propia. Base de Google Maps.



domingo, 20 de enero de 2019

[HDH]: ¿Es VOX fascista?



¿Es VOX fascista?


Últimamente, desde hace ya varios meses, he estado leyendo en diferentes páginas webs, medios de comunicación e incluso entre algunos políticos, que VOX es un partido fascista y claro, yo me pregunto, ¿Achacan a VOX el término fascista con fines políticos o es más bien por desconocimiento? Toda persona, con algo de cultura, sabrá que el fascismo está directamente vinculado con el totalitarismo, entre muchas otras características como la xenofobia, el racismo, el nacionalismo exacerbado… y obviamente, VOX, no es un partido totalitario y ya solo por eso no podríamos hablar de fascismo, ya que dicho término es muy grave como para blanquearlo con el único fin de obtener un crédito político. No es por defender a VOX, ya que de anticipo expongo que no es santo de mi devoción pero, de ahí a acusarlo de fascista, hay un trecho. No me cabe la menor duda que algún que otro fascista, o también algún que otro ser inculto, esté en la lista de VOX, por poner un ejemplo nos encontramos a Eugenio Moltó quien, en una entrevista para Diario Sur llegó a afirmar que el periodo franquista no fue una dictadura, o afirmó también que «El feminismo es una actitud agresiva de un grupo de señoras muy organizadas y muy subvencionadas», declaraciones cuanto menos peligrosas. Aunque insisto, no porque haya algunos pasados de tuerca en un partido político que no saben lo que dicen, el partido tiene que ser fascista. En la actualidad existen gran cantidad de términos políticos para definir las ideologías y los partidos políticos ¿Por qué usar «fascismo» cuando claramente no lo es? Por dejar claro mi pensamiento, el franquismo, si nos ponemos críticos y rigurosos, tampoco fue fascismo. Tuvo muchísimas características idénticas, sin embargo, contaba con algunas diferentes que, solo por eso, ya se debería emplear otro término, que sería el «franquista». Y no con esto estoy blanqueando el franquismo, por supuesto que no, fue un régimen dictatorial en el que se reprimió a gran parte de la población prohibiendo las libertades y derechos de los ciudadanos, totalmente condenable. Simplemente, me gustaría que, especialmente los políticos, utilizasen una terminología adecuada para referirse a los nuevos partidos políticos, ya que escuchar a Pablo Iglesias decir «Alerta antifascista» refiriéndose a VOX, es cuanto menos de traca. Un comunista declarado acusando a otros de fascistas, todo correcto.



Entonces... ¿Qué es VOX?




A mi parecer, porque siempre hablo desde mi punto de vista, VOX no deja de ser un partido de extrema derecha vinculado con la vertiente más conservadora y tradicionalista de España. Pero claro, extrema derecha no quiere decir fascista, hay diferentes grados de extremismo y VOX estaría en el más moderado. Y ¿por qué hablo de extrema derecha? Es fácil responder a esa pregunta ya que, si observamos el programa electoral o las declaraciones de diversos cabeza de lista del partido podremos observar como su discurso es de romper. Romper con lo establecido que a ellos les parezca erróneo y crear unas nuevas reglas, un nuevo sistema, un nuevo modelo, pero siempre partiendo de la ruptura, no de la modificación o del dialogo.

Por otro lado, nos encontramos algunas medidas tan radicales como la «ilegalización de los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía». Esto claramente es una propuesta antidemocrática ya que, el fin último, es ilegalizar el pensamiento. Esta coartando la libertad de la ciudadanía de agruparse en asociaciones o partidos políticos si van en contra de la «unidad territorial». Si un partido defiende la independencia de una región y consigue un cierto número de votos, quiere decir que hay una parte de la población descontenta con el país o con aspiraciones diferentes a las del país por lo que habrá que escucharla y atenderla en consecuencia, pero no ilegalizarla, no reprimirla... no amordazarla. Otra cosa sería si hablásemos de ilegalizar los partidos que incumplan la ley, evidentemente si un partido incumple la ley querrá decir que estará situado fuera del marco constitucional por lo que será legítima su ilegalización, pero de ahí a prohibir directamente a todo partido político que cuestionen ciertos principios constitucionales como es la unidad de España, me parece una aberración antidemocrática. Trabajemos por la convivencia, por la cohesión, pero no la impongamos.

Además, si ya hemos dejado claro que VOX es de extrema derecha por ciertas declaraciones y sobre todo por sus polémicas propuestas electorales, también hay que decir que el partido de Santiago Abascal es profundamente populista. Es populista hasta la médula. Hablan de la regeneración de la política acusando a Unidos Podemos de extrema izquierda y populista cuando ellos también lo son. Últimamente en diferentes medios de comunicación, los cabeza de lista entre otros, Ivan Espinosa, número dos por el Senado de Madrid, realizan con una enorme facilidad ciertas afirmaciones que son falsas, infundadas y manipuladas. Sin ir más lejos, Ivan Espinosa llegó a afirmar que en España «morían cada año 60 niños a manos de sus madres» apoyándose en los datos que había hecho públicos el «presidente de los médicos forenses de España (…) que se basa en datos de Interior». En realidad, se refería al presidente de la Asociación Profesional de Criminólogos de España, Carlos Cuadrado, y no al presidente de Médicos Forenses de España, ya que esa figura no existe. Además, esa asociación criminóloga, no se basa en datos de Interior y por si fuera poco, nunca hizo ningún tipo de diferencia entre niños asesinados o niños fallecidos por accidente, meten a todo niño fallecido en el mismo saco. Para hacernos una idea de la gran falacia que soltó, según el INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2017 fueron asesinados 19 niños, sin distinción entre el sexo del homicida ni el parentesco, es decir, según Ivan Espinosa hubo, además de esos 19 niños asesinados en el 2017, otros 38 (57-19 = 38) casos de «parricidios» que el INE no ha registrado, digo 38 ya que, poco después de las polémicas declaraciones de Espinosa, rectificó en su Twitter personal la cifra, reduciendo de 67 a 57. Y cuando digo parricidios quiero decir "marricidios", ya que Espinosa indicó que los asesinatos habían sido ocasionados por las madres, y no por los padres. Aunque sería más correcto hablar de filicidio en vez de parricidio.

Me gustaría comentar también las propuestas de VOX en torno al feminismo y a la ley de violencia de género, pero me reservaré para mi siguiente publicación. En definitiva, pienso que VOX es un partido de extrema derecha y no de «extrema necesidad» como ellos creen que son, vinculado a la derecha más tradicionalista y conservadora que se está haciendo un hueco en la política española por tres importantes motivos:

           1- Cansancio de la población española por la «vieja política». Los españoles están muy cansados del binomio PP-PSOE y en cuanto sale un nuevo partido político con un discurso, digamos que chocante, al que los medios de comunicación le dan mucho bombo, les llama la atención.

       2- Campaña populista. Sus eslóganes y discursos son, muchas veces imposibles y manipuladores con el único fin de obtener votos. Cuando los periodistas profundizan un poco, mínimamente, en sus políticas, muchas veces no saben ni responder.

            3- «Revanchismo». Sobre todo revanchismo contra la población de izquierdas asociada a Unidos Podemos. Durante años se ha estado ultrajando los símbolos nacionales y la cultura española y esto ocasiona que parte de la población se enfade y se ofenda. Mucha gente vota con los sentimientos en vez de con la razón, y al ver atacado su «orgullo patrio», deciden votar al partido que defiende a España por excelencia. Bueno, que defiende la España que ellos creen que debe ser.