lunes, 10 de febrero de 2020

[HDH]: Ilegalización de la exaltación franquista: tardía pero bienvenida.




[HDH]: Legalización de la exaltación franquista: tardía pero bienvenida.



Estamos a febrero del 2020 ¿cierto? Si hacemos cuentas, la dictadura del generalísimo Franco se acabó allá por el año 1975 aunque sus últimos coletazos se sufrieron hasta 1978 cuando se hizo oficial nuestra actual Constitución. Por ende, desde 1978 hasta ahora, 2020, ha sido legal mostrar y exaltar símbolos franquistas en lugares públicos. Repito, desde 1978 hasta 2020 aquellos «ciudadanos» que lo hayan deseado han podido mostrar y exaltar símbolos franquistas. ¿¡Y aún hay gente que se queja de la nueva ley punitiva?! Llevamos ya 42 años de democracia, 42 años de libertades, 42 años de derechos y en definitiva 42 años de progreso en los que ha habido seres con cierta capacidad de raciocinio que han sacado libremente e impunemente sus banderas franquistas o que han cantado el Cara al sol en algunos eventos políticos, usualmente convocados por la derecha. Ya es suficiente ¿no? Porque menuda Vergüenza.


En eso puede resumir el presente artículo, en la vergüenza que nos debería dar no haber ilegalizado antes esta atrocidad. Es más, si volvemos a hacer cuentas, llevamos ya 45 años sin Franco y unos 50 sin él en su gobierno, es decir, como minimísimo, los actuales exaltadores franquistas deberían tener aproximadamente sesenta años (50+10). Sesenta años siendo benévolo claro, ya que dime tú a qué niño de diez años le interesa la política, sociedad o economía de un país. A pocos pienso yo. 
Sin embargo, cuando observamos a estos seres con un raciocinio limitado, vemos que son gente de unos 40 años, es decir, no vieron ni a Franco vivo o si llegaron a verlo, eran demasiado pequeños como para recordarlo. Son, como les llama cierta prensa española, “nostálgicos” de un pasado que no vivieron. Vergüenza. 


Lo peor de todo es que cada vez se ven a más jóvenes, adolescentes, que ya sea por el blanqueo al franquismo que se realiza por parte de ciertas instituciones o ya sea por la falta de educación, aceptan y abrazan símbolos, cánticos e ideas propias del franquismo. E insisto, 42 años de democracia han pasado ya... Me da que pensar que algo está fallando en la educación de este país, ya sea por parte de los colegios, que seguro que hay fallas más grandes que la de San Andrés, o por parte de las familias, que ahí no nos podemos meter. 


Como ciudadano de centro derecha que me considero en la actualidad, porque esa es otra, las personas no somos entes inertes e inmóviles, todo lo contrario, evolucionamos por lo que uno que es de derechas puede cambiar a lo largo de su vida. Como iba diciendo, como ciudadano de centro derecha que soy, me daba verdadera vergüenza e incluso rabia el asistir a los distintos desfiles del 12o, día de la hispanidad, y ver a seres de raciocinio reducido portar sus banderas franquistas atadas a la cintura. Me daba mucha rabia porque, es ese tipo de gente la que consigue dividir aún más la sociedad española entre derecha e izquierda. Es ese tipo de gente la que consigue que parte de la izquierda vincule la bandera española a la dictadura. Son ellos los que consiguen que parte de la izquierda no solo no se sienta representada por nuestra bandera, sino que además la repudien y la rechacen. También hay que apuntillar que esa izquierda se deja acariciar y mimar por la extrema derecha ya que da fuerzas a su rancio discurso sobre la representatividad de nuestra bandera, me parece genial que seáis republicanos, pero la bandera actual que arropa a toda la población española es la rojigualda, seas republicano, monárquico, anarquista o socialista, ya que estos últimos no sé muy bien aún que son. Dejarte influenciar y decir que la bandera española es franquista porque la usan los franquistas es lo mismo que decir que la izquierda es dictadura y pobreza porque Maduro es de izquierdas. Bueno, pues molt bé, pues adiós. 


Volviendo al hilo, no entiendo como hay gente que se opone a esta tipificación como delito que está impulsando nuestro gobierno. Me da igual que el gobierno sea de izquierdas o de derechas, si toma una buena medida se le aplaude al igual que si toma una mala medida se le debe criticar, le hayas votado o no. En este, caso la ilegalización de la apología al franquismo es una grandísima medida, tardía pero bienvenida. No deja de ser, me atrevo a decir, curioso y gracioso el ver aquellos bares franquistas revestidos con decoración fascista y por algunas banderas rojigualdas con el pollo negro presidiéndolas. Pero, aunque como he dicho es algo curioso, no deja de dar vergüenza. ¿Os imagináis un bar nazi con retratos de Hitler en Berlín? Yo no. Es cierto que Hitler fue malo malísimo, genocida y todos los adjetivos descalificativos que se le pueden atribuir, pero Franco también fue un dictador, también mandó fusilar a más de 50.000 personas, también deslegitimó, persiguió y oprimió a cualquier tipo de pensamiento opositor, también obligó a exiliarse a más de 400.000 españoles, también socavó y dividió la sociedad española, también retrasó el avance de nuestra cultura, economía y progreso en general. «Con Franco se vivía mejor», sí, díselo a todos aquellos españoles que acabaron bajo tierra durante la guerra y durante el primer franquismo. «Franco hizo cosas buenas por España», es cierto, hizo muchos laguitos pero, ¿Y el estancamiento y retroceso de la economía española debido a su autarquía? No es que perdiéramos, porque no teníamos nada por entonces, pero dejamos de ganar un progreso brutal que sí se desarrolló en nuestros países vecinos como Francia, Alemania, Italia o Inglaterra. Esas excusas, que no son más que excusas, con las que se blanquea el régimen franquista, con las que se intenta defender la Historia reciente de España, no son válidas ni aceptables. La Historia reciente de España es la que es, y ya está. No hay que manipularla. Prácticamente toda Europa vivió bajo un régimen dictatorial a lo largo del siglo XX, es cierto que en nuestro país duró algo más, pero mira a los alemanes, pasaron página cinco años después de terminar la II Guerra Mundial.


Estamos en 2020, ya es hora de dejar de mirar atrás y empezar a mirar adelante, hacia el futuro, hacia Europa. Ya es hora de dejar esos argumentos tan infantiles y huecos como «El régimen comunista de Stalin fue peor y no lo condenáis», ¿Qué narices pinta aquí la URSS de Stalin o la China de Mao? ¿Qué hay que condenarlos? Pues se hace. ¿Que si no condenan el comunismo no condenó el franquismo? Sacúdase usted un poco el hombro que hay cierta cerrazón.  La apología del franquismo debería haber sido ilegalizada hace mucho tiempo ya. Entiendo que a comienzos de democracia fuera difícil debido al enorme esfuerzo que realizaron ambas partes para unir al país y emprender un nuevo camino. Pero los gobiernos de Aznar, Zapatero y Rajoy no debieron dejar pasar sus mayorías absolutas para limpiar de una vez por todas esta lacra que lamentablemente seguimos arrastrando.  


Quiero ir al desfile del 12 de octubre y no encontrarme banderas franquistas, quiero que si algún ser poco racional cante el Cara al Sol en la calle se le ponga una sanción. Quiero que si hay adolescentes haciendo bromas sobre el franquismo, levantando el brazo y blanqueando el régimen públicamente, se les eduque correctamente y se les muestre que el régimen de Franco era una dictadura en la que se nos coartaban nuestros derechos y libertades, en la que se oprimía a la población y en la que se fusiló a decenas de miles de españoles por sus ideas políticas.  


El ser franquista, el mostrar símbolos franquistas es cierto que está vinculado a un pensamiento político, a una opinión, pero sintiéndolo mucho, hay opiniones y pensamientos políticos no válidos, no aceptables. Por mucho que te sientas identificado con un régimen dictatorial opresor, la democracia no puede permitir que se incentive ese pensamiento ni mucho menos que se propague ya que va en contra de la misma democracia, es un régimen opuesto a la democracia, al progreso y a la mismísima libertad. Tu libertad acaba cuando comienza la mía, y yo, como la inmensa mayoría de los españoles, no queremos que se vea reducida.


Y señores de la prensa, no son nostálgicos; son franquistas.



domingo, 6 de octubre de 2019

[HDH] La cosa va de noes





La cosa va de noes



«¡Con Rivera NO!¡Con Rivera NO!» decían los votantes socialistas allá por el 28 de abril de este mismo año cuando el PSOE obtuvo 123 diputados y Ciudadanos consiguió alcanzar la asombrosa cifra de 57 diputados duplicando así los resultados que obtuvieron en las anteriores elecciones donde consiguieron 25. A esa repetida frase de «¡Con Rivera NO!» los mandatarios de ciudadanos les contestaron con otro rotundo NO. No estaba en los planes de Albert Rivera, ni tampoco de la directiva del partido, pactar con el PSOE mientras este buscase el pacto con algunos partidos políticos poco beneficiosos para la unidad de España, me refiero a Bildu, ERC...
Pues bien, varios meses después, en septiembre, Albert Rivera comenzó a dar su brazo a torcer y hubiera permitido un gobierno socialista si el PSOE hubiera cumplido tres puntos, muy resumidos:

  1. Activar el 155 si en Cataluña no se aceptaba la futura sentencia judicial del procés o si ocurriera alguna ilegalidad por parte de la Generalitat.
  2. Bajar los impuestos.
  3. Anular el pacto de gobierno en Navarra.


Evidentemente el PSOE le volvió a contestar que NO ya que estaba claro que querían, buscaban y ansiaban la repetición de elecciones; los sondeos le daban otra victoria aún mayor, la culpa de que no hubiera gobierno, según ellos, la tenían todos los demás (Unidas Podemos, PP y Ciudadanos) y el PSOE seguiría en el gobierno, en funciones, pero presidiéndolo. ¿Qué le podría salir mal al PSOE? Nada.

Ciudadanos, por el contrario, con esa estrategia del NO que emprendió allá por abril le podía salir todo mal, y así ha ocurrido. De ser un partido en auge, de ser una esperanza política, de ser la aclamada «regeneración política» a ser un proyecto prácticamente acabado. ¿Cómo es posible que la bandera de Ciudadanos, que era el centro derecha, que era hacer política con cualquiera dentro de la Constitución, que era buscar el bien de España, haya pasado a ser la bandera del NO? Esa es la pregunta que muchos votantes de dicho partido nos hicimos en abril, en mayo, en junio, en julio y en agosto para que por fin nos sorprendiera que su NO cambiaría a un «podría ser» en septiembre y ahora, en octubre, a un «hagámoslo si no hay pacto en la derecha» ¿Qué tipo de broma es esta? ¿Qué ha cambiado en el panorama político desde hace un mes para, ahora sí, pactar con el PSOE? Lo único que se ha demostrado es la pura incapacidad e ineptitud de los políticos de todos los partidos políticos para formar gobierno. Ninguno de los actuales candidatos a la presidencia debería presentarse a las próximas elecciones de noviembre ya que no han sabido hacer su trabajo: hacer política.

Y nos preguntaremos ¿Qué es hacer política? Hacer política es dialogar, discutir, debatir, pactar, llegar a acuerdos, ¡gobernar!... Y Albert Rivera no ha hecho ninguna de las anteriores características que he citado, salvo discutir, que eso si que lo hacen todos los partidos, porque tristemente en este país parece que la política es un circo en el cual el que más la monte y más la lie más crédito político consigue.

NO, NO y NO esa ha sido la política de Albert Rivera durante los últimos 5 meses hasta ahora, que debido a los últimos sondeos en los que se muestra la caída en picado del partido les ha entrado el pánico y, buscando su propia salvación, reculan y retiran el NO al PSOE, el NO a Pedro Sánchez. Recular, buscando el bien del país, el bien general está más que bien, es más, eso es hacer política. Recular buscando la salvación propia es buscar el interés personal y eso, eso no es política, o al menos no la que yo quiero para mi país. Si Ciudadanos no se da cuenta de su grave error, si no reconocen dicho error y si no retoman su rumbo original, mucho me temo que el bipartidismo acabará imponiéndose de nuevo en este país.


Alejandro Burgueño Rueda.

domingo, 27 de enero de 2019

[HDA]: El real piquetazo



«El rey hinca el pico»




Alfonso XIII «hincando el pico» en la Casa del Cura. 4 de abril de 1910. Fotografía tomada de la Biblioteca Nacional Histórica
Fue el 4 de abril de 1910 cuando, Alfonso XIII, rodeado por grandes políticos de la época como el presidente José Canalejas o el que fue alcalde de Madrid, Francos Rodríguez, quien, con su real pico de oro y plata, «hincó el pico» en la Casa del Cura en la calle de Alcalá, iniciando así las obras de lo que hoy conocemos como la Gran Vía de Madrid.


Casa del Cura, 1910. Memoria de Madrid
Vayamos por partes. La Casa del Cura era una vivienda donde vivía el cura que daba misa en la iglesia de al lado, la iglesia de San José que a día de hoy sigue existiendo en la Calle de Alcalá. Evidentemente, la Casa del Cura fue demolida junto al resto del caserío próximo para poder construir la Gran Vía. El rey Alfonso XIII fue un invitado de honor para «iniciar las obras». Nada mas dar el primer piquetazo, varios obreros comenzaron a derribar el caserío de una manera rápida y algo más efectiva que los métodos del rey.




Calle de Alcalá, 1930-1935. Memoria de Madrid
Esta Gran Vía, tuvo muchos nombres, todo dependiendo de la época en la que nos encontremos, por ejemplo se llamó  «Avenida de Rusia» durante la Guerra Civil mientras que más adelante se llamaría Avenida de José Antonio (Primo de Rivera) tras la victoria franquista… Para su construcción se tuvo que demoler algo mas de 300 casas, modificando así 50 calles… una mega construcción para su momento.

Está dividida en tres tramos siendo el más antiguo el que une la calle de Alcalá y San Luis. El más moderno fue el que unía Callao y Plaza de España. Curiosamente, el tramo con más ornamento y más decorado, con un estilo neobarroco, fue el primero, el más antiguo. El tercer tramo es algo más pobre en su arquitectura debido al progresivo encarecimiento del proyecto con el paso del tiempo. Aún así hay que reconocer que es una de las zonas más bonitas de Madrid, junto al Paseo del Prado y al Palacio Real, aunque para gustos, Madrid. Ya hablaremos en otra ocasión de la Gran Vía madrileña…


Real piqueta. Fotografía obtenida de Memoria de Madrid
La última curiosidad que voy a contar hoy trata sobre la curvatura de la Gran Vía. Si paseamos por la Gran Vía madrileña se nos tendrá que ocurrir una pregunta de inmediato. ¿Por qué no es recta? Pues porque «con la Iglesia hemos topado». Algunos conoceréis esa expresión otros no, es una expresión que procede de un pasaje de la gran obra de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, sin embargo, también es común asociarla con los arquitectos José López Sallaberry y Francisco Andrés, los que planificaron la Gran Vía como una larga y recta calle, y digo bien, recta, o al menos así era en su origen. Debido a las exigencias del rey, entre otros ilustres, los arquitectos fueron obligados a mantener intactas las iglesias que existían como la de San José, tuvieron que remodelar todos sus planos para respetar las iglesias y por ese motivo con la iglesia se toparon.


Mapa de elaboración propia. Base de Google Maps.



domingo, 20 de enero de 2019

[HDH]: ¿Es VOX fascista?



¿Es VOX fascista?


Últimamente, desde hace ya varios meses, he estado leyendo en diferentes páginas webs, medios de comunicación e incluso entre algunos políticos, que VOX es un partido fascista y claro, yo me pregunto, ¿Achacan a VOX el término fascista con fines políticos o es más bien por desconocimiento? Toda persona, con algo de cultura, sabrá que el fascismo está directamente vinculado con el totalitarismo, entre muchas otras características como la xenofobia, el racismo, el nacionalismo exacerbado… y obviamente, VOX, no es un partido totalitario y ya solo por eso no podríamos hablar de fascismo, ya que dicho término es muy grave como para blanquearlo con el único fin de obtener un crédito político. No es por defender a VOX, ya que de anticipo expongo que no es santo de mi devoción pero, de ahí a acusarlo de fascista, hay un trecho. No me cabe la menor duda que algún que otro fascista, o también algún que otro ser inculto, esté en la lista de VOX, por poner un ejemplo nos encontramos a Eugenio Moltó quien, en una entrevista para Diario Sur llegó a afirmar que el periodo franquista no fue una dictadura, o afirmó también que «El feminismo es una actitud agresiva de un grupo de señoras muy organizadas y muy subvencionadas», declaraciones cuanto menos peligrosas. Aunque insisto, no porque haya algunos pasados de tuerca en un partido político que no saben lo que dicen, el partido tiene que ser fascista. En la actualidad existen gran cantidad de términos políticos para definir las ideologías y los partidos políticos ¿Por qué usar «fascismo» cuando claramente no lo es? Por dejar claro mi pensamiento, el franquismo, si nos ponemos críticos y rigurosos, tampoco fue fascismo. Tuvo muchísimas características idénticas, sin embargo, contaba con algunas diferentes que, solo por eso, ya se debería emplear otro término, que sería el «franquista». Y no con esto estoy blanqueando el franquismo, por supuesto que no, fue un régimen dictatorial en el que se reprimió a gran parte de la población prohibiendo las libertades y derechos de los ciudadanos, totalmente condenable. Simplemente, me gustaría que, especialmente los políticos, utilizasen una terminología adecuada para referirse a los nuevos partidos políticos, ya que escuchar a Pablo Iglesias decir «Alerta antifascista» refiriéndose a VOX, es cuanto menos de traca. Un comunista declarado acusando a otros de fascistas, todo correcto.



Entonces... ¿Qué es VOX?




A mi parecer, porque siempre hablo desde mi punto de vista, VOX no deja de ser un partido de extrema derecha vinculado con la vertiente más conservadora y tradicionalista de España. Pero claro, extrema derecha no quiere decir fascista, hay diferentes grados de extremismo y VOX estaría en el más moderado. Y ¿por qué hablo de extrema derecha? Es fácil responder a esa pregunta ya que, si observamos el programa electoral o las declaraciones de diversos cabeza de lista del partido podremos observar como su discurso es de romper. Romper con lo establecido que a ellos les parezca erróneo y crear unas nuevas reglas, un nuevo sistema, un nuevo modelo, pero siempre partiendo de la ruptura, no de la modificación o del dialogo.

Por otro lado, nos encontramos algunas medidas tan radicales como la «ilegalización de los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía». Esto claramente es una propuesta antidemocrática ya que, el fin último, es ilegalizar el pensamiento. Esta coartando la libertad de la ciudadanía de agruparse en asociaciones o partidos políticos si van en contra de la «unidad territorial». Si un partido defiende la independencia de una región y consigue un cierto número de votos, quiere decir que hay una parte de la población descontenta con el país o con aspiraciones diferentes a las del país por lo que habrá que escucharla y atenderla en consecuencia, pero no ilegalizarla, no reprimirla... no amordazarla. Otra cosa sería si hablásemos de ilegalizar los partidos que incumplan la ley, evidentemente si un partido incumple la ley querrá decir que estará situado fuera del marco constitucional por lo que será legítima su ilegalización, pero de ahí a prohibir directamente a todo partido político que cuestionen ciertos principios constitucionales como es la unidad de España, me parece una aberración antidemocrática. Trabajemos por la convivencia, por la cohesión, pero no la impongamos.

Además, si ya hemos dejado claro que VOX es de extrema derecha por ciertas declaraciones y sobre todo por sus polémicas propuestas electorales, también hay que decir que el partido de Santiago Abascal es profundamente populista. Es populista hasta la médula. Hablan de la regeneración de la política acusando a Unidos Podemos de extrema izquierda y populista cuando ellos también lo son. Últimamente en diferentes medios de comunicación, los cabeza de lista entre otros, Ivan Espinosa, número dos por el Senado de Madrid, realizan con una enorme facilidad ciertas afirmaciones que son falsas, infundadas y manipuladas. Sin ir más lejos, Ivan Espinosa llegó a afirmar que en España «morían cada año 60 niños a manos de sus madres» apoyándose en los datos que había hecho públicos el «presidente de los médicos forenses de España (…) que se basa en datos de Interior». En realidad, se refería al presidente de la Asociación Profesional de Criminólogos de España, Carlos Cuadrado, y no al presidente de Médicos Forenses de España, ya que esa figura no existe. Además, esa asociación criminóloga, no se basa en datos de Interior y por si fuera poco, nunca hizo ningún tipo de diferencia entre niños asesinados o niños fallecidos por accidente, meten a todo niño fallecido en el mismo saco. Para hacernos una idea de la gran falacia que soltó, según el INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2017 fueron asesinados 19 niños, sin distinción entre el sexo del homicida ni el parentesco, es decir, según Ivan Espinosa hubo, además de esos 19 niños asesinados en el 2017, otros 38 (57-19 = 38) casos de «parricidios» que el INE no ha registrado, digo 38 ya que, poco después de las polémicas declaraciones de Espinosa, rectificó en su Twitter personal la cifra, reduciendo de 67 a 57. Y cuando digo parricidios quiero decir "marricidios", ya que Espinosa indicó que los asesinatos habían sido ocasionados por las madres, y no por los padres. Aunque sería más correcto hablar de filicidio en vez de parricidio.

Me gustaría comentar también las propuestas de VOX en torno al feminismo y a la ley de violencia de género, pero me reservaré para mi siguiente publicación. En definitiva, pienso que VOX es un partido de extrema derecha y no de «extrema necesidad» como ellos creen que son, vinculado a la derecha más tradicionalista y conservadora que se está haciendo un hueco en la política española por tres importantes motivos:

           1- Cansancio de la población española por la «vieja política». Los españoles están muy cansados del binomio PP-PSOE y en cuanto sale un nuevo partido político con un discurso, digamos que chocante, al que los medios de comunicación le dan mucho bombo, les llama la atención.

       2- Campaña populista. Sus eslóganes y discursos son, muchas veces imposibles y manipuladores con el único fin de obtener votos. Cuando los periodistas profundizan un poco, mínimamente, en sus políticas, muchas veces no saben ni responder.

            3- «Revanchismo». Sobre todo revanchismo contra la población de izquierdas asociada a Unidos Podemos. Durante años se ha estado ultrajando los símbolos nacionales y la cultura española y esto ocasiona que parte de la población se enfade y se ofenda. Mucha gente vota con los sentimientos en vez de con la razón, y al ver atacado su «orgullo patrio», deciden votar al partido que defiende a España por excelencia. Bueno, que defiende la España que ellos creen que debe ser.




martes, 4 de julio de 2017

[HDA] 4 de julio, Día de la Independencia de los EEUU




¿Qué es la fiesta del 4 de julio?



El 4 de julio se celebra en EEUU la conmemoración de la independencia de las 13 colonias inglesas en el continente americano. La fiesta es conocida como el Día de la Independencia de los Estados Unidos de América, que más que celebrar la independencia, que no consiguieron ese año, deberían celebrar el comienzo de una nueva nación, los EEUU, que por entonces era un amasijo de 13 colonias inglesas que se unieron para combatir a un enemigo común: Inglaterra.


Pero… ¿Qué se celebra exactamente el 4 de Julio?¿El reconocimiento de la independencia de los EEUU?¿Una victoria militar?¿La unión de las colonias?… Lo que se celebra es la firma de la Declaración de Independencia unilateral por parte de las colonias. Esta declaración es un documento que se escribió y se firmó en el Segundo Congreso Continental para romper definitivamente con la metrópoli. Un dato curioso es que en 1775, cuando comenzó la guerra, el Primer Congreso Continental no deseaba la independencia ni quería romper con el rey. Sin embargo, en este nuevo Congreso de 1776, viendo que conseguirían el apoyo de Francia, nación resentida por la derrota que sufrió en la guerra de los siete años (1754-1763) contra Inglaterra, en la que perdió gran parte de las colonias americanas, los patrióticos estadounidenses se vieron suficientemente fuertes como para declarar su independencia.


La Declaración de Independencia, el texto en sí, fue terminada el 2 de julio, y no el 4 de julio. Su autor fue Thomas Jefferson, aunque luego fue ligeramente modificado por el Congreso Continental. Sin embargo, a pesar de que la Declaración fue terminada el 2 de julio, la fiesta de EEUU es el 4 de julio ya que fue ese día cuando el Congreso aprobó la Declaración, proclamando de tal modo la independencia de las 13 colonias inglesas, de forma unilateral por supuesto ya que Inglaterra continuó la guerra con EEUU hasta 1783 cuando firmaron el tratado de París en 1783 por el cual reconocían la independencia de los Estados Unidos de América, entre muchas otras cláusulas.




Sin embargo, el 4 de julio también se celebra otra festividad, la independencia de las Filipinas. El 4 de julio de 1946 consiguieron independizarse de los EEUU. Al parecer los estadounidenses no fueron los únicos en independizarse un 4 de julio.

domingo, 30 de octubre de 2016

[HDA]: El mito de Napoleón

El Mito de Napoleón.


A finales del siglo XIX, Francia se encontraba inmersa en una inestabilidad política en la que los movimientos ilustrados y revolucionarios consiguieron hacerse con el poder en 1789 durante la llamada Revolución Francesa donde apartaron la figura del rey absoluto, propia del Antiguo Régimen, e instauraron un nuevo régimen político en el que la libertad y los derechos civiles empezaron a asentarse. Aunque el acontecimiento más importante a nivel popular es la Toma de la Bastilla el 14 de Julio de 1789, el Juramento del juego de Pelota el 20 de Junio de 1789 fue un hecho mucho más relevante ya que fue cuando los estados generales asumieron la soberanía nacional otorgando una constitución a Francia. A partir de aquí, los acontecimientos de la revolución fueron a la par de sus ideales hasta que se abolió la monarquía instaurándose la Primera República Francesa nombrando primer cónsul a Napoleón Bonaparte en 1799. La figura de Napoleón irá cambiando según iban avanzando los acontecimientos y según los diferentes estados aliados influían en el entorno francés debido a su oposición al sistema nacionalista republicano de Francia, creando así el llamado mito de Napoleón.
Como ya he comentado, desde 1799 un joven militar llamado Napoleón Bonaparte tomó el poder en Francia y fue nombrado Primer Cónsul de la República el 10 de noviembre. Sin embargo, el nombre de Napoleón ya era bastante conocido en toda Francia y en otros países en los que participó en diferentes guerras antes de ser nombrado cónsul.
Napoleón Bonaparte era hijo de la baja nobleza de Ajaccio. Nació en 1769 en Córcega, país que había sido conquistado por Francia unos años antes. Por este motivo, durante sus primeros años, Napoleón sentía cierto rencor hacia Francia por culparla del yugo que sometía sobre Córcega. Sin embargo, pronto se introdujo en una escuela militar donde se forjó como un personaje muy importante en el ámbito militar ascendiendo de rango rápidamente.
Participó en algunas guerras de menor importancia, sin embargo fue adquiriendo cada vez más popularidad y fue visto como un héroe en toda Francia y en los países que ayudaba a “liberarse” del yugo del absolutismo. Napoleón era claramente partidario de la Revolución Francesa, por este motivo, después de la inestabilidad política instaurada en Francia desde 1789, tomó el poder y se proclamó Cónsul en 1799. Con este acontecimiento volvió a Francia la idea de poder central y personal recaído, no en el pueblo francés, sino en la figura de Napoleón, que ya estaba idealizada desde sus comienzos como militar. Se empezó a dar un culto al héroe ensalzando al pueblo en armas. El poder del gobernador residía en este principio, en el del pueblo, en el ensalzamiento del pueblo y su nación. Recordamos que durante todo el siglo XIX los nacionalismos estuvieron muy arraigados en toda Europa y Napoleón supo aprovecharlos en su beneficio.
De esta forma, nos encontramos que la figura de Napoleón, incluso antes de ser nombrado Cónsul, empezó a ser idealizada por los franceses tachándole de héroe patriota. Sin ir más lejos, durante su participación en la Batalla de Tolón (Toulon) en 1796, en la que consiguió derrotar a los amotinados franceses que estaban en contra del terror republicano, consiguió gran influencia a nivel político en toda Francia lo que le ayudó a asentar sus bases para su nombramiento de 1999.

Napoleón idealizado portando la bandera y
       iderando sus tropas hacia la victoria
Además también participó en la conquista de los territorios italianos del norte, Lombardía principalmente, donde consiguió vencer a los austriacos que dominaban esas tierras liberando así a los italianos del yugo absolutista. Encontramos un ejemplo de su idealización en esta batalla en el cuadro del “Puente de Arcole” en el que se representa a Napoleón como un joven militar idealizado que sujetando un estandarte francés llama a combatir a su ejército para tomar el puente que da nombre al cuadro ya que era sumamente importante para ganar la guerra.
Es justo después de estas guerras cuando fue nombrado Cónsul de Francia. Nos encontramos en su apogeo de idealización. Toda Francia, y los países que ayuda a liberar del absolutismo, apoyándose en sus nacionalismos, le ven como un héroe a seguir. Napoleón utiliza toda esta propaganda política para ensalzar su figura y así consolidar su poder.




Napoleón atravesando los Alpes


Desde que es nombrado Cónsul en 1999, no sólo gobernó Francia desde París, sino que emprendió diferentes campañas militares como la reconquista de los territorios italianos del norte (Lombardía) que fue tomada por el Imperio Austriaco. Volvió a vencer a los austriacos  y su imagen volvió a ser idealizada en mayor medida si cabe. Un claro ejemplo de esta idealización es el cuadro que representa a Napoleón ecuestre atravesando los Alpes franceses para combatir al enemigo en Italia. Se le representa con una pose belicista con el caballo a dos patas en posición de guerra. Un pequeño detalle es que Napoleón no cruzó los Alpes en caballo sino en mula.



Coronación de Napoleón
En 1804 se autoproclamó emperador de Francia y de los franceses ostentando todo el poder de Francia. En varios cuadros que tratan la coronación de Napoleón, representan a Napoleón sedente con varios objetos de poder como el cetro de mando o la vara de justicia, envuelto en unos ropajes reales que nos recuerdan al Antiguo Régimen. Es en este año, 1804, cuando la etapa del consulado llega a su fin mientras se inicia la etapa imperial. Un dato importante es que Napoleón eligió el título de emperador y no el de rey para alejarse de la posible identificación con el Antiguo Régimen, ya que al fin y al cabo, todo el poder residía en su persona.
A partir de aquí, su ambición militar le llevará a realizar diferentes campañas contra los imperios, hasta ahora dominantes de Europa, como el austriaco o el ruso. Por este motivo, aunque la idealización de su figura siguió produciéndose en Francia y en otros países cercanos a Francia, también comenzó un proceso antagónico en el que se desarrolla la Leyenda Negra Napoleónica deteriorando la imagen del emperador para intentar hundirle. Es aquí cuando el mito napoleónico cambia rumbo.
Desde fuera de Francia se le representa como un tirano que gobierna Francia con poderes absolutos sin pensar en el pueblo mientras que solo piensa en su ambición de poder. Estos pensamientos se endurecieron en 1810 cuando el imperio francés contó con su máxima amplitud territorial y era visto como una gran amenaza por parte de los antiguos imperios.
Francia desenmascarando a Napoleón
En 1813, tras la gran derrota en Rusia, aunque consiguió vencerles, durante la retirada francesa murieron de frío y hambre más de 500.000 soldados, Napoleón se enfrentó a sus enemigos, los aliados, en la batalla de las Naciones donde fue derrotado. Fue exiliado a la isla de Ebla en el Mediterráneo y fue cuando la Leyenda Negra empezó a extenderse al territorio francés. Encontramos algunos cuadros que nos muestran el gran deterioro de la imagen del emperador como el cuadro “Tyran Desmasque” en el que se representa a la Francia libre en forma de mujer desenmascarando a Napoleón y tachándole de tirano. O también de otros cuadros en los que se representa a Napoleón siendo acunado por el mismísimo diablo. Estos son claros ejemplos de cómo los aliados, el Imperio Austriaco, el Imperio Ruso y Gran Bretaña influyeron en la imagen de Napoleón para hundir su reputación de héroe impulsando en gran medida la llamada leyenda Negra.




Sin embargo, a pesar de haber sido exiliado en la isla Ebla, a principios de 1815 volvió a Francia retomando el poder en el llamado Gobierno de los Cien Días. Para ayudarse a forjar de nuevo su imagen de héroe, escribió el Memorial de Santa Elena en el que relata, muy a su manera, siempre ensalzando su figura, sus memorias. Las Casas, forjó de nuevo la idea del auténtico héroe de las naciones oprimidas aprovechando el afloramiento de nacionalismos en toda Europa. Intentó retomar el poder que perdió desde la batalla de las Naciones consiguiendo expandir relativamente sus territorios, sin embargo, fue derrotado definitivamente en la batalla de Waterloo en 1815. Esta vez fue exiliado a la isla de Santa Elena en medio del Atlántico para evitar que volviera.


Napoleón saliendo de su tumba
Murió en 1821 en la misma isla donde fue exiliado. Sus restos fueron repatriados a Francia en 1840 por la fragata Belle Poule en un ambiente muy conflictivo con Gran Bretaña, su gran enemigo, que quería ser la protagonista en este proceso.
A pesar de que la figura de Napoleón estaba mermada en los países aliados, en Francia se seguía recordando a Napoleón como un verdadero héroe que volvería a Francia a devolverles la gloria. De tal modo se le representa en un cuadro llamado “Napoleón sortant de son tombeau” en el que, como el nombre del cuadro indica, se pinta a Napoleón, con un parecido notable a Jesucristo, saliendo de su tumba iluminado con un aura y con la corona victoriosa de laurel.



En resumen, podríamos afirmar que el mito de Napoleón se desarrolló en tres grandes fases. La primera sería desde sus comienzos en las campañas militares hasta que se autoproclama emperador en 1804 pasando por el cargo de Cónsul desde 1799. En esta etapa se idealiza su figura describiéndole como un héroe nacional y representante del pueblo en armas. A partir de aquí y hasta 1815, aunque la idealización continúa en gran parte de Francia y parte de territorios cercanos, comienza una leyenda negra que tacha de tirano y diabólico al emperador francés impulsada, en gran medida, por los países aliados contrarios a las ideas revolucionarias que representa Francia. Recordamos que estos antiguos imperios se basaban en el Antiguo Régimen por lo que eran incompatibles con las ideas libertarias e ilustradas de Francia. La última etapa, que podría empezar en 1815 o unos años posteriores,  se caracteriza por la continuidad de la Leyenda Negra pero también por la clara aparición de un sentimiento nacionalista francés en el que se cree que Napoleón volvería, incluso después de muerto, para traer de vuelta la gloria a Francia.