lunes, 10 de febrero de 2020

[HDH]: Ilegalización de la exaltación franquista: tardía pero bienvenida.




[HDH]: Legalización de la exaltación franquista: tardía pero bienvenida.



Estamos a febrero del 2020 ¿cierto? Si hacemos cuentas, la dictadura del generalísimo Franco se acabó allá por el año 1975 aunque sus últimos coletazos se sufrieron hasta 1978 cuando se hizo oficial nuestra actual Constitución. Por ende, desde 1978 hasta ahora, 2020, ha sido legal mostrar y exaltar símbolos franquistas en lugares públicos. Repito, desde 1978 hasta 2020 aquellos «ciudadanos» que lo hayan deseado han podido mostrar y exaltar símbolos franquistas. ¿¡Y aún hay gente que se queja de la nueva ley punitiva?! Llevamos ya 42 años de democracia, 42 años de libertades, 42 años de derechos y en definitiva 42 años de progreso en los que ha habido seres con cierta capacidad de raciocinio que han sacado libremente e impunemente sus banderas franquistas o que han cantado el Cara al sol en algunos eventos políticos, usualmente convocados por la derecha. Ya es suficiente ¿no? Porque menuda Vergüenza.


En eso puede resumir el presente artículo, en la vergüenza que nos debería dar no haber ilegalizado antes esta atrocidad. Es más, si volvemos a hacer cuentas, llevamos ya 45 años sin Franco y unos 50 sin él en su gobierno, es decir, como minimísimo, los actuales exaltadores franquistas deberían tener aproximadamente sesenta años (50+10). Sesenta años siendo benévolo claro, ya que dime tú a qué niño de diez años le interesa la política, sociedad o economía de un país. A pocos pienso yo. 
Sin embargo, cuando observamos a estos seres con un raciocinio limitado, vemos que son gente de unos 40 años, es decir, no vieron ni a Franco vivo o si llegaron a verlo, eran demasiado pequeños como para recordarlo. Son, como les llama cierta prensa española, “nostálgicos” de un pasado que no vivieron. Vergüenza. 


Lo peor de todo es que cada vez se ven a más jóvenes, adolescentes, que ya sea por el blanqueo al franquismo que se realiza por parte de ciertas instituciones o ya sea por la falta de educación, aceptan y abrazan símbolos, cánticos e ideas propias del franquismo. E insisto, 42 años de democracia han pasado ya... Me da que pensar que algo está fallando en la educación de este país, ya sea por parte de los colegios, que seguro que hay fallas más grandes que la de San Andrés, o por parte de las familias, que ahí no nos podemos meter. 


Como ciudadano de centro derecha que me considero en la actualidad, porque esa es otra, las personas no somos entes inertes e inmóviles, todo lo contrario, evolucionamos por lo que uno que es de derechas puede cambiar a lo largo de su vida. Como iba diciendo, como ciudadano de centro derecha que soy, me daba verdadera vergüenza e incluso rabia el asistir a los distintos desfiles del 12o, día de la hispanidad, y ver a seres de raciocinio reducido portar sus banderas franquistas atadas a la cintura. Me daba mucha rabia porque, es ese tipo de gente la que consigue dividir aún más la sociedad española entre derecha e izquierda. Es ese tipo de gente la que consigue que parte de la izquierda vincule la bandera española a la dictadura. Son ellos los que consiguen que parte de la izquierda no solo no se sienta representada por nuestra bandera, sino que además la repudien y la rechacen. También hay que apuntillar que esa izquierda se deja acariciar y mimar por la extrema derecha ya que da fuerzas a su rancio discurso sobre la representatividad de nuestra bandera, me parece genial que seáis republicanos, pero la bandera actual que arropa a toda la población española es la rojigualda, seas republicano, monárquico, anarquista o socialista, ya que estos últimos no sé muy bien aún que son. Dejarte influenciar y decir que la bandera española es franquista porque la usan los franquistas es lo mismo que decir que la izquierda es dictadura y pobreza porque Maduro es de izquierdas. Bueno, pues molt bé, pues adiós. 


Volviendo al hilo, no entiendo como hay gente que se opone a esta tipificación como delito que está impulsando nuestro gobierno. Me da igual que el gobierno sea de izquierdas o de derechas, si toma una buena medida se le aplaude al igual que si toma una mala medida se le debe criticar, le hayas votado o no. En este, caso la ilegalización de la apología al franquismo es una grandísima medida, tardía pero bienvenida. No deja de ser, me atrevo a decir, curioso y gracioso el ver aquellos bares franquistas revestidos con decoración fascista y por algunas banderas rojigualdas con el pollo negro presidiéndolas. Pero, aunque como he dicho es algo curioso, no deja de dar vergüenza. ¿Os imagináis un bar nazi con retratos de Hitler en Berlín? Yo no. Es cierto que Hitler fue malo malísimo, genocida y todos los adjetivos descalificativos que se le pueden atribuir, pero Franco también fue un dictador, también mandó fusilar a más de 50.000 personas, también deslegitimó, persiguió y oprimió a cualquier tipo de pensamiento opositor, también obligó a exiliarse a más de 400.000 españoles, también socavó y dividió la sociedad española, también retrasó el avance de nuestra cultura, economía y progreso en general. «Con Franco se vivía mejor», sí, díselo a todos aquellos españoles que acabaron bajo tierra durante la guerra y durante el primer franquismo. «Franco hizo cosas buenas por España», es cierto, hizo muchos laguitos pero, ¿Y el estancamiento y retroceso de la economía española debido a su autarquía? No es que perdiéramos, porque no teníamos nada por entonces, pero dejamos de ganar un progreso brutal que sí se desarrolló en nuestros países vecinos como Francia, Alemania, Italia o Inglaterra. Esas excusas, que no son más que excusas, con las que se blanquea el régimen franquista, con las que se intenta defender la Historia reciente de España, no son válidas ni aceptables. La Historia reciente de España es la que es, y ya está. No hay que manipularla. Prácticamente toda Europa vivió bajo un régimen dictatorial a lo largo del siglo XX, es cierto que en nuestro país duró algo más, pero mira a los alemanes, pasaron página cinco años después de terminar la II Guerra Mundial.


Estamos en 2020, ya es hora de dejar de mirar atrás y empezar a mirar adelante, hacia el futuro, hacia Europa. Ya es hora de dejar esos argumentos tan infantiles y huecos como «El régimen comunista de Stalin fue peor y no lo condenáis», ¿Qué narices pinta aquí la URSS de Stalin o la China de Mao? ¿Qué hay que condenarlos? Pues se hace. ¿Que si no condenan el comunismo no condenó el franquismo? Sacúdase usted un poco el hombro que hay cierta cerrazón.  La apología del franquismo debería haber sido ilegalizada hace mucho tiempo ya. Entiendo que a comienzos de democracia fuera difícil debido al enorme esfuerzo que realizaron ambas partes para unir al país y emprender un nuevo camino. Pero los gobiernos de Aznar, Zapatero y Rajoy no debieron dejar pasar sus mayorías absolutas para limpiar de una vez por todas esta lacra que lamentablemente seguimos arrastrando.  


Quiero ir al desfile del 12 de octubre y no encontrarme banderas franquistas, quiero que si algún ser poco racional cante el Cara al Sol en la calle se le ponga una sanción. Quiero que si hay adolescentes haciendo bromas sobre el franquismo, levantando el brazo y blanqueando el régimen públicamente, se les eduque correctamente y se les muestre que el régimen de Franco era una dictadura en la que se nos coartaban nuestros derechos y libertades, en la que se oprimía a la población y en la que se fusiló a decenas de miles de españoles por sus ideas políticas.  


El ser franquista, el mostrar símbolos franquistas es cierto que está vinculado a un pensamiento político, a una opinión, pero sintiéndolo mucho, hay opiniones y pensamientos políticos no válidos, no aceptables. Por mucho que te sientas identificado con un régimen dictatorial opresor, la democracia no puede permitir que se incentive ese pensamiento ni mucho menos que se propague ya que va en contra de la misma democracia, es un régimen opuesto a la democracia, al progreso y a la mismísima libertad. Tu libertad acaba cuando comienza la mía, y yo, como la inmensa mayoría de los españoles, no queremos que se vea reducida.


Y señores de la prensa, no son nostálgicos; son franquistas.